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Mostrando las entradas etiquetadas como relatos cortos

Relato 5. Un mundo de locos.

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Mire, voy a serle franca que hace mucho que nos conocemos. Cuando usted solicitó mis servicios esotéricos me dijo que era porque podían existir indicios paranormales en las conductas de algunos de sus pacientes. Pero oiga, sin acritud, aquí no hay más que perturbados. Empiezo a pensar que usted no me toma en serio. Y yo soy bruja pero una bruja de las de antes, ¿eh? No como estas impostoras de la tele: la Loli, Manoli o la Pepi, que son una vergüenza para la profesión. A esas sí que habría que ponerles 3 velas negras, por farsantes. Yo, en cambio, soy… -¡la gran Bruja Carmina!-. Última descendiente de las Brujas de EastWood Rock. Usted sabe que soy una leyenda viva, doctor. Sabe que ya a los 12 años tuve mi primera visión y predije que mi gato se comería el hámster de mi hermano. Y atiné y mi hermano se quedó sin mascota. Igual que presagié que perdería la virginidad a los 16. Y el mismito día que los cumplí, oiga, tal y como lo había vaticinado, el Pancho me llevo al hue

Relato 3. Adicto a la vida.

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¿Me toca? ¿sí? Okay, allá voy. Soy Carlos Orlando Suárez, Director de un Bingo de éxito en Benidorm, tengo 33 años y soy adicto al sexo. Personalmente no le veo el problema, simplemente sigo esa máxima tan jipi de hacer el amor y no la guerra, -¿Es eso algo tan malo, tan indigno?- Creo que no. Solo que este lema pacifista de los años 60 yo lo pongo en práctica a todas horas, en cualquier lugar, público o privado, y con todo tipo de mujeres, sean como sean, porque también es innegable que en tiempos de guerra cualquier agujero es trinchera. Pero claro, después de estar imputado en varios delitos por escándalo público, mi psiquiatra ha insistido en la imperiosa necesidad de que acuda a esta terapia de grupo tres veces a la semana. Y aquí estoy, rodeado de 6 colegas, 6 magníficos vividores como yo. Bueno prosigo. Dicen los expertos que estas charlas sanarán nuestras mentes enfermizas, obsesivas, lascivas, lujuriosas, avariciosas… y volveremos al rebaño, al buen camino… a vivir la vi

Relato 2. Diario de un náufrago.

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Día 1. Despierto desorientado, tiritando de frío, con la cara incrustada en arena húmeda de playa y calado hasta los huesos por el vaivén de las olas. Tan solo tengo flashes de lo ocurrido. Disfrutaba de un crucero por el pacífico con un grupo de singles y mientras cenábamos se produjo una fuerte colisión, acto seguido, presencié estupefacto cómo el barco, poco a poco, iba inclinándose verticalmente. Ver cómo zozobraba aquel inmenso buque nos dejó paralizados a todos, más por la incredulidad de los acontecimientos que por el miedo. Después, gritos de pánico, oraciones, plegarias súplicas... y miles de personas corriendo como pollos sin cabeza buscando desesperadamente un bote salvavidas al que aferrarse. Lo último que recuerdo es haber logrado subir a uno y poco más. No estoy solo, veo otros tres náufragos esparcidos por la orilla de esta paradisíaca playa a la que hemos ido a parar. Ya es oficial: estamos vivos y bien jodidos.      Día 3. Llevamos aquí tan solo 4 noches y y

Relato 1. Sobrevivir la vida.

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Me llamo Carlos y siempre he sido un privilegiado, lo malo es que hasta ahora no me había dado cuenta. 48 años y toda una vida por delante. Mujer, 4 hijos y un abono VIP anual a Solmanía. Amante de mi trabajo y de los animales: sobre todo del cocodrilo de Lacoste y del caballito de Ralph Lauren...   Y de derechas, como dios manda, liberal, monárquico, católico apostólico y romano, y claro, muy español. –¡Viva España y la Fiesta Nacional!- Y Olé. El caso es que he dedicado toda mi vida a mi negocio, a defender mis ideas, mi nación y mi patria. Por ello, he discutido, debatido y me he enfrentado con rojos, verdes y con los del arco-iris. Por la libertad, decía yo jeje, iluso ¿La libertad de quién, o qué? ¿De una península? ¿De un cacho de tierra? ¿La libertad de imponer un pensamiento único? ¿De una grande y libre? Puta libertad, entonces. Puta España, como decía Rubianes. Creo que por fin te entiendo, Pepe, pero es tarde para mí. Me muero. Estoy en coma, intubado con respiració